Riesgos de no mantener una fachada en buen estado
Es cierto que una fachada en mal estado luce estéticamente desagradable y débil. Sin embargo, hay muchos otros riesgos que surgen como producto de su mal estado y que quizás no conoces.
Tras una fachada en mal estado puede haber riesgo de daños subyacentes más profundos de los que tienes que estar informado para poder evitarlos. Por eso, como especialistas te diremos qué es lo que puede estar sucediendo en el interior de tu fachada en mal estado y te daremos algunos consejos para prevenir o recuperar los daños que tienes en ella.
¡Vamos a verlo juntos!
¿A qué llamamos una fachada en buen estado?
En principio, podemos decir que una fachada está en mal estado cuando está en riesgo de incumplir, o ya incumple con sus funciones que son proteger, resguardar y dar soporte a la estructura de una propiedad.
El grado de deterioro de una fachada es variable, y algunas veces está relacionada con el paso del tiempo, con el clima, o con fenómenos meteorológicos, naturales o eventos específicos que pueden causar daños irremediables en algunos de sus componentes.
Podemos determinar que una fachada se encuentra en mal estado cuando ha sufrido daños y no ha sido reparada, además de que los daños pueden causar otros problemas más agudos que se profundizarán con el paso del tiempo sobre los detalles que tiene la estructura.
En contraposición, una fachada en buen estado ofrece todas las funciones, tiene una estructura firme, estable, un revestimiento completo y sin grietas, además de cumplir con los objetivos propios de su construcción, que pueden ser aislantes o impermeabilizantes. En este aspecto, una fachada está en buen estado cuando cumple sin problemas con todas sus funcionalidades.
Riesgos que surgen al no mantener una fachada en buen estado
Ahora sabes cuándo una fachada está en mal estado, pero es necesario hacernos una pregunta importante: ¿es realmente relevante si la fachada está en buen o mal estado? Mejor dicho, ¿qué es lo que podría suceder si una fachada en mal estado no es reparada?
Esta es una pregunta válida, y sin dudas debes conocer la respuesta. Estos son los posibles riesgos que surgen de no mantener una fachada en buen estado:
1. Filtraciones de agua y humedades
Esto es lo primero a lo que podrías enfrentarte, cuando una fachada está agrietada, rota, tiene revestimiento vencido o está expuesto a constantes inundaciones, acumulaciones de agua, entre otros embates similares, es normal que las humedades comiencen a formarse dentro del revestimiento, las estructuras y otros espacios de la fachada.
Este riesgo es mayor si la fachada está en mal estado porque si se encuentra deteriorada se pone al descubierto la estructura y esta no está apropiadamente protegida contra las humedades. Entonces es una realidad que las filtraciones de agua y las humedades podrían internarse en la estructura y dañar sus bases.
2. Debilidad y daños estructurales
Cuando una fachada está agrietada puede indicar que hay daños en la estructura y que esta está cediendo de alguna manera. Estos daños se pronuncian con el peso de las cargas dentro de la propiedad, así como el paso del tiempo. Por esta razón, es necesario revisar las bases de la estructura si la fachada luce en mal estado.
La debilidad en la fachada es un problema gravísimo que pone en riesgo toda la estructura de la edificación sin importar si se trata de un edificio o una vivienda unifamiliar.
3. Desprendimiento del revestimiento
Debes saber que todos los revestimientos y accesorios de la fachada son susceptibles a caerse si esta se encuentra en mal estado. Cuando el revestimiento empieza a agrietarse, ya es hora de reparar esa parte de la fachada para evitar que se desprenda y ocasione un accidente.
Los desprendimientos son un riesgo para la salud pública, porque las fachadas usualmente están expuestos a las calles en las que transitan las personas. Por tal razón, el primer paso al hacer la revisión de la fachada será retirar los objetos que están en riesgo de desprendimiento.
4. Derrumbes
Este es uno de los riesgos más graves que se presentan cuando las fachadas están en mal estado. Si la estructura está en malas condiciones, y la fachada se encuentra en riesgo de sufrir desprendimientos, es posible que la firmeza de la fachada se encuentre comprometida y esta pueda derrumbarse.
En este punto se debe asegurar la fachada para evitar que el derrumbe suceda en un momento en el que pueda ocasionar daños mayores.
5. Problemas de salud y seguridad ciudadana
Sin duda alguna, una fachada en mal estado puede representar riesgos para la salud de las personas. Si se fomentan humedades, bancos de hongos, bacterias, e incluso plagas en los fallos que tiene la fachada.
Una fachada se encuentra casi siempre en espacios públicos y de libre tránsito, es decir, que todo lo que suceda en la fachada y que se prolifere por causa de esta puede representar un riesgo para las personas que transitan en el lugar en el que se encuentra esa fachada.
¿Cómo mantener una fachada en buen estado?
Ahora lo entendemos bien: es muy importante mantener tu fachada en buen estado para evitar toda una serie de riesgos que devienen directamente de su falta de cuidados, mantenimiento, limpieza o incluso reparaciones a tiempo.
Entonces, como empresa experta podemos recomendarte una serie de consejos que te ayudarán a la hora de mantener tu fachada en buen estado y así evitar que sobrevengan este tipo de problemas:
- Realiza un mantenimiento anual de toda la fachada.
- Incluye la limpieza periódica de la fachada para evitar que se formen bancos de bacterias y posibles humedades.
- Asegúrate de que los materiales de tu fachada están en buen estado.
- Pon canaletas de lluvia y desagües lejos de la fachada para evitar que el agua de lluvia la dañe.
- Impermeabiliza la fachada, ya sea con revestimiento impermeable o con una capa de pintura, barniz o membrana impermeabilizante.
- Evita que al pintar una fachada apliques capa sobre capa de pintura, siempre pica la fachada, elimina la pintura anterior y aplica una nueva.
- Haz inspecciones anuales del estado de la estructura de la fachada, sobre todo si notas grietas en el revestimiento.
¿Puedo recuperar una fachada que está en muy mal estado?
Sí, todas las fachadas pueden recuperarse, aunque en algunos casos es mejor hacer un derribo y una nueva construcción. Entre tanto la estructura de la fachada esté en perfectas condiciones, podemos trabajar en el revestimiento, la composición y la pintura con la finalidad de restaurarla, bien sea usando los materiales originales, o decantando por una nueva estética y funcionalidad para este espacio.
Estos son los pasos esenciales que necesitas llevar a cabo con la finalidad de rehabilitar una fachada antigua o en mal estado:
- Revisar la estructura de la fachada y verificar su estado.
- Reforzar la estructura si es necesario.
- Aplicar un revestimiento, preferiblemente impermeable. En este punto puedes añadir funcionalidades como un aislante térmico o un material impermeabilizante.
- Proteger la fachada con una pintura para exterior.
- Barnizar la fachada para fomentar un mejor aspecto estético.
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La verdad es que restaurar una fachada en mal estado o muy antigua en Bilbao es una tarea muy ardua, compleja y que requiere muchos conocimientos profesionales. Por tal razón, si no cuentas con las herramientas, el tiempo y los materiales para recuperar la fachada de tu edificación, lo mejor es que te pongas en contacto con los mejores profesionales en rehabilitar fachadas en mal estado para que comiencen a trabajar.
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